Cuenta una leyenda Kichwa que, antes de convertirse en planta sagrada, la guayusa era un poderoso espíritu divino, muy robusto y fuerte; en algunas versiones, era el espíritu del jaguar. Este espíritu animaba y daba aliento a las personas para que logren sus objetivos más difíciles; les ayudaba a tomar decisiones inteligentes y acertadas; les brindaba la alegría de vivir y de triunfar; les tonificaba el espíritu; y, les estimulaba la libido y promovía la fertilidad.
Según las creencias kichwas, la guayusa puede avivar la lucidez y mantener a quien la consuma en un estado de alerta. Es así como, en el caso de que exista una amenaza para la comunidad, las personas pueden permanecer en vigilia toda la noche gracias a la guayusa. Esta planta es sagrada para el pueblo Kichwa amazónico y constituye una parte central de sus leyendas y mitos.
La guayusa (Ilex Guayusa) es una planta nativa del bosque húmedo tropical amazónico. Etimológicamente, significa hoja buena, agradable o tonificante. Ha sido cultivada por los pueblos amazónicos durante al menos 1500 años. La guayusa es pariente del mate del Paraguay (Ilex paraguayensis), que se consume mucho en forma de ‘mate cebado’ en Argentina y Uruguay.
Es un árbol pequeño: alcanza una altura de no más de tres o cuatro metros. Tiene las hojas de color verde brillante, que el pueblo Kichwa amazónico cosecha cuidadosamente. Luego, las hojas se doblan por la mitad y se ensartan con aguja e hilo. Esta sarta se coloca en un sitio especial de la casa, para su conservación.
(Ilustración de la planta de guayusa: Kohler, Franz Eugen; Plantas medicinales en la Naturaleza; ilustraciones con breves explicaciones científicas; Gera Untermhaus, Alemania: 1887).
Las 'guayusadas'
La forma más común de consumo es en las ‘guayusadas’: las familias se despiertan de madrugada, a las 4:00 am o a las 5:00 am, y prenden el fogón de leña, sobre el que hierven el agua para la infusión de las hojas de guayusa. Por lo general, se realiza la ceremonia en las casas de cada familia, pero a veces se reúne toda la comunidad con este propósito.
Todos los días, se prepara la infusión con las hojas de guayusa. La bebida tiene un sabor agradable, un poco amargo, pero ligeramente dulce y aromático. Para los Kichwas, la guayusa es como el café, les da energía, por lo que la beben al comienzo de cada día. Tienen la creencia de que les da sabiduría y que fortalece sus sueños.
Al tomar la infusión, hablan de los sueños que han tenido la noche anterior. Recientemente, María José, nuestra fundadora, tuvo la oportunidad de participar en una ‘guayusada’ comunal, a la que asistieron varios miembros de la comunidad de Mushullkata.
Ella nos cuenta que uno de los miembros de la comunidad, Juan, tuvo un sueño perturbador: soñó que un avión se chocaba al lado del río, justo encima de su cabeza. Después de compartir su sueño, todos los demás dieron sus opiniones acerca del posible significado. Concluyeron que Juan estaba en peligro y que necesitaba protección para poder trabajar ese día. Por lo tanto, decidieron que alguien debería acompañarle todo el día. Además, otra manera de recibir protección es, justamente, contar el sueño en la ‘guayusada’. Finalmente, José, el miembro más antiguo de la comunidad, hijo de un ‘yachak’ (chamán), le hizo una ‘limpia’ a Juan con las mismas hojas de guayusa y con humo de tabaco.
Solamente después de tomar una infusión de guayusa, es que los Kichwas amazónicos se sienten preparados para enfrentar el día con fuerza, decisión, inteligencia y energía; entonces salen a realizar sus actividades diarias en sus fincas y en la selva.
En esta foto, puedes ver a Carlos Aldaz, un experto en permacultura, que está dirigiendo un taller sobre este tema. Junto con los participantes del taller, está en una plantación de guayusa. Carlos les está enseñando a los participantes del taller cómo transformar esta plantación en un bosque comestible, con muchas otras especies de árboles y de plantas.
La ciencia detrás de los mitos
Desde el punto de vista científico, las propiedades atribuidas por los pueblos amazónicos a esta planta sagrada se explican por los efectos psicoactivos que produce la cafeína. La infusión de guayusa es equivalente a tomarse una taza de café o de té negro. Sin embargo, ingerir demasiado de esta infusión puede provocar sobreexcitación e insomnio.
Los representantes de una empresa que vende productos de guayusa prometieron a los miembros de la comunidad que, si sembraban la guayusa como un monocultivo, volverían y comprarían toda su producción; luego, nunca regresaron...
Beneficios de la guayusa
Las hojas contienen el alcaloide cafeína de forma natural, por lo que su consumo no produce ansiedad.
Además, las hojas contienen antioxidantes, aminoácidos, ácidos clorogénicos y L-teanina.
Tiene un sabor ligero y está libre de taninos.
Provee energía natural para el cuerpo y la mente.
También se le atribuyen efectos favorables para el estómago y, posiblemente, contra la diabetes.
En la actualidad
Actualmente, la guayusa ha adquirido cierta ‘fama’ fuera de su hábitat natural. Ahora se la puede encontrar a la venta en los supermercados de las grandes ciudades del Ecuador, e, inlcuso, de otros países.
Es comercializada en muchas formas distintas: como té puro de guayusa, pero también como té combinado con menta, jengibre, limón, frutos rojos, flor de Jamaica, guayaba, piña, entre otros sabores; es embotellada como una bebida natural y refrescante de guayusa pura, o de guayusa con limón u otros sabores; es enlatada como una bebida energizante natural, de infusión orgánica de guayusa pura, o de guayusa con rosas andinas o con mortiños andinos; también es vendida como especia y como sal marina ahumada para cocinar; y, finalmente, ¡hasta es producida como cerveza artesanal fabricada con hojas de guayusa!
Fuentes:
Libros y revistas:
Naranjo, Plutarco; Mitos, tradiciones y plantas alucinantes; Universidad Andina Simón Bolívar; Corporación Editora Nacional; Quito – Ecuador; primera edición: abril 2012.
Unigarro Solarte, Catalina; Cartografía de la Memoria; Número 4; Patrimonio Cultural Alimentario; Ministerio de Cultura del Ecuador - Ediciones La Tierra; Quito – Ecuador; primera edición: mayo 2010.
Sitios web: